HECHOS DIVERSOS
 
El mar, el mar dormía de proa y se llenaba el cuerpo de tierra. Lejos estaban ya los últimos escándalos del faro, la noche fratricida y aquel regreso en la imperial del tranvía.
El mar recuperaba su vigor, su estrecho de Torres, y lanzaba sus iceberg en contra de los balleneros.
En les muros florecía la vellorita, y las ventanas de la casa ostentaban herméticos blasones de una complicada simetría.
La lluvia caía a torrentes para usucapir el mar, la trama de la selva estaba rota en mil pedazos.
Inútil concordancia, los relámpagos nubios sacuden los desiertos libertinos, la hora avanza, la hora más negra de la cual me he burlado siempre.

 

De El AGC de la Mandrágora, (Textos de Braulio Arenas, Enrique Gómez-Correa y Jorge Cáceres), Ediciones Mandrágora, Santiago, Chile, 1957, 121 p.